
Atada a mi tierra, a mis raices, a mi escencia, cómo un árbol, creciendo a la vida, al mundo... mi mundo de fantasias reales, críticas y muchas veces pesimista...
Melancólica y calma, como un roble, recordando el pasado que nos sirve en el presente y marcara nuestro futuro.
Un árbol de colores vivos, ingenuos, brillantes, con una suave capa de polvo gris...
Adecuarse a la opacidad sin olvidar lo brillante que se es...
Brillos, colores, silfides, gnomos, máquinas, fantasmas de seres humanos, todos en un mundo, conviviendo, coexistiendo. VIVIENDO
