En esta entrada y en las siguientes realizaré un alto a mis escritos para contar ciertas historias que son reales, que han sido traspasada de padres a hijos, historias que guardan un secreto a voces de cierto lugar, perdido, camuflado en cierto lugar...
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Primera Historia:
Esta historia tiene lugar hace más o menos 14 años, era un día normal común y corriente en una villa de un sector rural, ése dia era como otros excepto para alguien, una niña, pues era su cumpleaños, ése día ella cumplia 11 años y sus padres accediendo a sus deseos celebraron su día con una fiesta, los preparativos se fueron realizando con normalidad, estaban los típicos nervios de ser anfitriones, nada extraordinario sucedia, estaba todo listo sólo faltaban los invitados que fueron llegando a medida que anochesia, y la torta que la traia el padre desde el sur, él venia viajando desde muy lejos sólo para celebrar a la niña, sólo para complacer los caprichos de una niña. Era tarde y el padre aún no llegaba.
Su padre venia viajando, se bajo en la carretera a 6 km de distancia de la villa, no habia locomoción ni luces en el camino, pero él traia la torta para su niña, camino y camino, llego hasta un lugar donde habia una curva y vio una luz, al acercarse se percato que era una grutita un descanso para alguien y que alguna persona encendia velas para mantener ese descanso, al poco pasar la grutita aparecio una mujer en el camino, vestia de blanco y en esa noche sin luna, ella parecia brillar, le dijo que le acompañaria en su travesia, el hombre accedio pues penso que en ese camino solitario era mejor caminar acompañado (y con la típica mentalidad machista) más para una mujer, así trascurrio el camino la mujer hablaba poco, sólo le llamo la atencion el paquete que el padre llevaba en las manos pues le obligaba a ir con los brazos extendidos, él con felicidad le conto que su niña estaba de cumpleaños y él habia prometido llegar con la torta, mientras contaba el echo natural, habian llegado casi a la villa pues ya estaban en una pendiente desde la cuál podian verse las luces de las casas, feliz el hombre apresuro el paso, la dama iba quedando atras, cuando llego al puente que oficialmente daba inicio al villorio el hombre miro atrás y vio a la mujer parada al inicio de éste, entonces la insto a apresurarse, a lo que ella contesto No! yo sólo llego hasta aquí, puesto que camine con ud. para acompañarlo en su largo caminar, ya que en noches cómo estas, sin luna, cosas pasan en caminos solos y me aseguraba de que su hija tuviera una torta de cumpleaños y ud. la dicha de celebrar con ella. Dicho esto la mujer se volteo y en tres pasos desaparecio. El hombres pasmado siguio su camino, al llegar el cumpleaños estaba terminando, pero la torta con forma de corazón habia llegado y él tambien... la esposa lo noto extraño, pero él no queria hablar, lo hizo al tiempo, cuando se aseguro que no lo habia imaginado...
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